Al comenzar a desandar el vínculo que tradicionalmente se ha establecido entre la escuela y las imágenes se deja ver un primer camino basado en la sospecha conservadora acerca de la imagen y su función educadora. Un vínculo basado en la sospecha y la censura. La desconfianza ante el mundo visible, con una imagen casi diríamos subordinada a la palabra con efectos nocivos y de baja calidad, para el andamiaje educativo donde se fundamenta este modelo, la cultura visual de masas se considera de baja calidad. Existiendo per se una preocupación por los efectos nocivos de la visualización de las imágenes.
En este camino la manipulación operada por los medios siempre se identifica en términos negativos y siempre la sufren los otros, en el rechazo, pero en la sospecha y en el miedo a lo que muestra el mundo escòpico se reconoce su poder de persuasión.
Puede pensarse ésta como un momento de exclusión de la imagen en relación a su influencia educativa.
Pero desde otra perspectiva y en otra instancia de este vínculo imagen-escuela se explica éste desde su poder de atracción con la consiguiente posibilidad de generar conocimiento. Lo que presupone una mirada crítica, atenta con la supervisión de ojos que por un momento dejan correr velos para desentrañar, desenmascarar, desocultar, tomar conciencia apelando a la razón suspendiendo el sentimiento. Se pone en esta etapa la atención en el mensaje de las imágenes. Esta relación implica ver más allá, ver más profundo, ver más lejos, ver por detrás, ver lo no evidente.
A lo largo del siglo XX, la mirada crítica se organiza alrededor del paradigma de la “desocultación”, hacer visible (conciente) ciertos objetos que estarían permaneciendo vedados u ocultos…”hacer visible lo invisible”…
Para que el mundo de lo visual ingrese al aula se requiere comprender y reconocer nuestras limitaciones que plantea “leer” las imágenes (fijas y móviles) que nos rodean. Entender la relación entre el ver y el sentir, el conocer y el interpretar, el ver y el creer.
Sumamos al análisis la estructura conceptual del contenido a enseñar, la estructura de la actividad que le damos al alumno, la lógica psicológica de éste y la lógica del medio con el cual queremos enseñar. Significa comprender el proceso de enseñanza aprendizaje como proceso complejo desde las pautas que el mundo visual nos propone desde el ámbito escolar.
Disertante: Prof. Marcela Castro
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